ASAJA y Unión de Uniones
ASAJA valora positivamente que los grupos parlamentarios Junts, PP y Vox votaran en contra de la propuesta de reducción de la jornada laboral, rechazando el proyecto de ley para reducir la jornada laboral impulsado por el Ministerio de Trabajo.
“El campo no depende de horarios fijos, sino de factores naturales como el clima, el ciclo de los cultivos o el cuidado de los animales. Imponer una norma rígida desde los despachos sería un duro golpe para agricultores y ganaderos”, ha explicado Juan José Álvarez, secretario de Organización de ASAJA.
Desde ASAJA se subraya que esta medida incrementaría los costes laborales en un sector ya asfixiado por las subidas del SMI (Salario Mínimo Interprofesional), las cotizaciones sociales, la burocracia y las exigencias medioambientales. Además, obligaría a contratar más personal en un momento en el que ya resulta muy difícil encontrar mano de obra disponible para el campo.
ASAJA insiste en que deben ser los convenios colectivos los que definan, con flexibilidad y conocimiento de la actividad, las condiciones laborales en el medio rural. De lo contrario, se estaría legislando de espaldas al mundo agrario, con graves consecuencias para la viabilidad de miles de explotaciones familiares y para la competitividad del sector productor español.
“Estamos ante una medida que no tiene en cuenta la realidad del campo y que también acabaría repercutiendo en el consumidor, al aumentar los costes de producción y los precios”, ha advertido Juan José Álvarez.
Unión de Uniones
Por su parte, Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos pone de manifiesto que no se ha abierto ningún proceso de diálogo y negociación con el campo por lo que no se han contemplado las particularidades del sector agrario en la tramitación de la reducción de la jornada laboral.
La organización insiste en las particularidades que hacen imposible aplicar la futura ley de reducción de jornada y de registro digital, sin alterar de forma importante la actividad de las explotaciones agrarias.
La estacionalidad de las campañas, la dependencia de factores externos como la climatología o los turnos de riego, y la dimensión reducida de muchas explotaciones y el aislamiento digital obligan a prever un marco flexible y adaptado, por lo que la organización plantea que, en su caso, la reducción de jornada no entrase en vigor en las micro y pequeñas explotaciones agrarias, hasta que se concierte su aplicación con sus representantes.
“Somos contrarios a la reducción de la jornada tal y como está planteada ahora mismo. Esto no puede ser café para todos como se hizo con la reforma laboral o con la de autónomos. Todos los sectores no son iguales y el campo tiene que entrar en el diálogo de estas cuestiones”, comenta Luis Cortés, coordinador estatal de Unión de Uniones.
Fuente: Agroclm
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