Presentado recientemente durante la Semana de la Ciencia.
Está ocurriendo en nuestras antípodas, en Australia. Se trata de un proyecto de la corporación australiana de investigación y desarrollo rural Hort Innovation, quien lo presentó recientemente durante la Semana de la Ciencia.
Financiada por Hort Innovation y el Departamento de Industrias Primarias de Queensland, y dirigida por la Universidad de Queensland (UQ) , la iniciativa está explorando cómo los péptidos , unas pequeñas moléculas biológicas, pueden usarse para preparar a las plantas a defenderse contra los virus, de forma similar a como lo hacen las vacunas en los humanos.
En un inicio, el equipo responsable utilizará herramientas avanzadas de biología molecular vegetal para identificar péptidos candidatos prometedores y evaluar su capacidad para desencadenar respuestas inmunitarias amplias en cultivos hortícolas.
Paralelamente, el proyecto también investigará bacterias beneficiosas de los sistemas radiculares de los vegetales que podrían actuar como cebadores de defensa naturales.
Brett Fifield, director ejecutivo de Hort Innovation, explicó lo que esto podría significar para los horticultores australianos: «El proyecto utiliza biología molecular vegetal avanzada para desarrollar soluciones ecológicas y escalables para los agricultores de todo el país. Combinamos ciencia de vanguardia con las necesidades agrícolas prácticas para crear cultivos resistentes a virus que no dependen de productos químicos. Esto es ciencia en acción: usar la biología para resolver problemas del mundo real, que es precisamente el tipo de innovación que celebramos durante la Semana Nacional de la Ciencia».
Mark Jackson, doctor e investigador de la Universidad de Queensland ha explicado con más detalle: «Al igual que las personas se vacunan contra la gripe para preparar su sistema inmunitario, estamos ayudando a las plantas a prepararse para los ataques virales mediante péptidos . Estas moléculas pueden activar las defensas naturales de la planta, de modo que, cuando aparece un virus real, la planta sabe cómo defenderse».
A diferencia de las vacunas tradicionales que utilizan virus debilitados o muertos, este proyecto trabaja con elicitores peptídicos, es decir, moléculas que simulan la presencia de un virus sin introducir ningún patógeno real. Estos péptidos desencadenan un “efecto de enseñanza”, que ayuda a las plantas a desarrollar inmunidad antes de que se produzca la infección.
Los péptidos son como llaves que encajan en las cerraduras del sistema inmunitario de la planta. Pero encontrar la llave correcta es complejo, ya que existen muchos péptidos y receptores, y solo una combinación perfecta activará la respuesta de defensa. Nuestro objetivo es encontrar péptidos generalistas que puedan proteger contra una amplia gama de virus,ofreciendo una solución más integral y escalable para los agricultores, aclaró el Jackson.
El proyecto se centrará en las regiones de cultivo de Queensland, donde virus como el de la mancha anular de la papaya y el virus del mosaico amarillo del calabacín se propagan rápidamente por insectos portadores.
Esta investigación busca reducir la dependencia de los tratamientos químicos al ofrecer a los agricultores opciones prácticas y ecológicas para el control de virus.
Además, mejorará la resiliencia y la productividad de los cultivos, ayudando a proteger los sistemas agrícolas contra las amenazas virales emergentes en el futuro, añadió Fifield.
Fuente: A en Verde
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