Agricultores y ganaderos de toda Andalucía pararán los días 19, 20 y 21 de enero para protestar por la grave crisis, "nunca vista", que están viviendo.
El campo andaluz no puede más. En medio de lo que el propio sector ha definido como una «tormenta perfecta», marcada por la subida de imputs agrarios, una PAC que se prevé lesiva para Andalucía, la grave sequía y la amenaza de los productos de países terceros, la situación lleva meses empeorando.
Por ello, las organizaciones agrarias más representativas de Andalucía, Asaja, COAG y UPA, junto con Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, han organizado un paro agrario que tendrá lugar en toda Andalucía los próximos 19, 20 y 21 de enero.
El paro irá acompañado, según han informado en una comparecencia conjunta, de una gran manifestación en Sevilla el día 20 de enero y de otras acciones que anunciarán próximamente. Un calendario en el que no se descarta que las protestas lleguen no solo a Madrid, sino también a Bruselas o Estrasburgo coincidiendo con reuniones de los ministros de Agricultura de la Unión Europea, y que dará el pistoletazo de salida el próximo 21 de diciembre con una tractorada en Córdoba.
La grave sequía
De manera inmediata, la sequía es una de las grandes preocupaciones del campo andaluz. Ricardo Serra, presidente de Asaja Andalucía, avisaba de que «el verano será terrible si esto sigue así». «En primavera, nuestro principal problema será conservar la arboleda, ni siquiera sacar los cultivos adelante», advertían. Y, como solución, la única posible: planificación hidrológica de cara a la próxima sequía, que sirva para prevenir y aliviar los problemas hídricos del sector.
Respecto a los costes de producción, que han subido de manera exponencial, los dirigentes de las organizaciones y cooperativas insistían en que han llegado a un punto «inasumible». «Los fertilizantes han subido hasta un 90%, el gasóleo hasta un 55%, y a ello se suma el coste de la electricidad o el agua», ha lamentado Miguel López, secretario general de COAG Andalucía.
De hecho, Serra ha puesto varios ejemplos: una tonelada de urea cuesta 970 euros, mientras el año pasado en esta fecha estaba a 360 euros. El abono ‘triple 15’, por su parte, el más común, está en 620 euros/tn, y el año pasado a 295 euros/tn.
«Nunca hemos vivido una situación igual en el campo», aseguraba Juan Rafael Leal Rubio, presidente de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía.
Por su parte, Cristóbal Cano, secretario general de UPA Andalucía, ha pedido de manera «urgente» un choque urgente para paliar el daño de la subida de los costes de producción que incluya, entre otras medidas, la subida del IVA compensatorio, una tarifa eléctrica específica para el sector agrario o un IVA reducido para los imputs agrarios, que actualmente tienen el 21%.
Concienciar a la sociedad
De otro lado, Ricardo Serra ha puesto el foco en uno de los aspectos que, a su juicio hay que corregir: «no puede ser que haya naranjas de Sudáfrica o Argentina en los lineales del supermercado, cuando a 15 kilómetros de Sevilla hay muchísimas naranjas de excelente calidad». «Todo esto influye en los precios, actualmente se le paga al agricultor 0,20 euros/kg mientras en el supermercado están a 0,79-85 euros/kg», ha lamentado.
«Hay que concienciar a la sociedad, que censure que las grandes cadenas de supermercados prioricen el comprar muy barato naranjas de peor calidad y de países terceros antes que las nuestras, que el consumidor elija las andaluzas», ha insistido el secretario general de Asaja Andalucía.
La PAC de Planas
Y, por supuesto, uno de los temas centrales de las protestas del campo andaluz es el Plan Estratégico nacional, que establecerá cómo se aplicará la nueva PAC en España y que el Ministerio de Agricultura ya ha presentado, en un primer borrador, a la opinión pública.
«Pedimos que, como mínimo, los ecoesquemas sean el mismo número que las regiones agronómicas», ha asegurado López, de COAG.
«Que haya 20 regiones productivas y ocho ecoesquemas nos plantea una serie de dudas, y seguramente al final quedarán abandonados, ¿quién va aplicar las prácticas sostenibles si al final va a costar más organizarla que la ayuda que se va a recibir?», se lamentaba Juan Rafael Leal Rubio. En cifras, si el plan de Planas sigue adelante, 122 mil explotaciones andaluzas perderán un porcentaje muy importante de las ayudas europeas que reciben.
Por todo ello, el sector ha avisado de que extenderá los paros y las movilizaciones «todo el tiempo que haga falta» para lo que consideran «un problema de Estado». «Está en juego el sector productivo más importante de Andalucía, no podemos seguir permitiendo que se desmantele», avisan.
Fuente: Agrónoma ABC.
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