El mercado de gran consumo vivió un segundo trimestre atípico por el confinamiento y que se tradujo en España en un insólito crecimiento del 9,1%. De hecho, de las cinco grandes economías europeas, la española fue la que más creció.
En una radiografía geográfica, solo Alemania estuvo en cifras parecidas, con un 9% de incremento en las ventas entre abril y junio. En Italia y Reino Unido, los crecimientos fueron superiores al 7%; mientras que en Francia fue más comedido, un 5,6%. Europa en conjunto vio aupar sus ventas un 8,9%, por lo que España creció dos décimas por encima de la media.
Además, este 9,1% registrado en el mercado español multiplica casi por cuatro la cifra lograda en el mismo trimestre de 2019, cuando crecía en el entorno del 2,5-3%. Y, a su vez, enlaza con el 11,3% del primer trimestre de este año, empujado por las compras de acopio ante el avance de la pandemia y el inicio del confinamiento, que dio lugar a cifras récord como el 71% de incremento en las ventas en la semana del 9 al 15 de marzo.
Y como rasgo característico de este periodo, fue el volumen quien disparó la cesta a cotas tan altas, en tanto hubo un incremento de los productos metidos en el carro de la compra de un 8,2%, frente al 0,8% del precio.
De cara al resto del año, las perspectivas proyectan más moderación para el mercado en nuestro país, en tanto el consumo estará condicionado por la economía y la salud, ya que para la mitad de la población española son estas dos sus principales preocupaciones, según el informe Consumer Confidence de Nielsen del segundo trimestre.
Dos tendencias, según AECOC
Según José María Bonmatí, director general de AECOC, estamos “asistiendo a la transformación de un consumidor que se ha vuelto más racional, más planificador y que ha nacido para quedarse”.
Bonmatí, asegura en un editorial de El Economista que existen dos actuales tendencias. Una “está transformando la manera en que accedemos a la información y adquirimos productos o servicios, y está directamente relacionada con la entrada en el mercado de los actores digitales. Fruto de ello, es que hemos pasado de una cadena de valor lineal, en la que la información y la mercancía se movían de forma horizontal a un modelo omnicanal, en el que todos se relacionan entre sí y en el que el consumidor si sitúa en el centro de todas las estrategias”.
Y en segundo lugar, el responsable de AECOC, destaca el cambio del consumidor “en un contexto de crisis económica y transformación digital. La primera nos ha dejado un consumidor más racional, dispuesto a pagar más por un producto o un servicio que realmente aporte un valor diferencial. Y, la segunda, un consumidor híper conectado que quiere relacionarse con las empresas, participar en sus decisiones y valora la transparencia”.
Fuente: A en Verde.
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