El cuaderno digital de campo iba a entrar en vigor el 1 de enero, pero, tras varios retrasos, la fecha que se maneja ahora es la del 1 de septiembre de 2023
Uno de los nuevos dolores de cabeza del agricultor para este 2023, producto de la hiperregulación acometida por el Gobierno de España, será el cuaderno digital de explotación agrícola.
Ya se ha pospuesto su entrada en vigor en una ocasión, y nuevamente el sector agrario en bloque está demandando una nueva demora para que tanto empresas, como técnicos y asesores, cooperativas y empresas asimilen una digitalización por decreto o decretos*, concretamente los aprobados el 27 de diciembre pasado.
El cuaderno digital de campo iba a entrar en vigor el 1 de enero, pero, tras varios retrasos, la fecha que se maneja ahora es la del 1 de septiembre de 2023, si bien, para las explotaciones pequeñas (menos de 30 hectáreas de cultivos herbáceos; 10 hectáreas de leñosos o 5 hectáreas de regadíos) será un año después, es decir, el 1 de septiembre de 2024.
Por uno de estos decretos, y sus sucesivos ordenamientos, se regulan lo que han llamado el Sistema de información de explotaciones agrícolas y ganaderas y de la producción agraria (SIEX), así como el Registro autonómico de explotaciones agrícolas (abreviado como REA) y el Cuaderno digital de explotación agrícola (en siglas CUE).
Según argumentan desde el Gobierno el objetivo es “simplificar la gestión, el suministro de datos y la conservación de los registros en las explotaciones agrarias y en las empresas… reducir la carga administrativa” y que la PAC se ejecute fácilmente”, a costa claro del dolor de cabeza añadido para los agricultores.
Porque a partir de la fecha que se ponga en marcha aumenta la carga burocrática para el campo, debido sobre todo a la cantidad de parámetros que hay que introducir, para lo que no sólo se necesitarán cursos avanzados de hojas de cálculo sino un abundante entrenamiento para que “periódicamente” -se habla de cada mes- se metan los datos requeridos, tanto a nivel de explotaciones como a nivel de superficies.
Superficies y explotaciones
De cara a registrar las superficies, habrá nombrar a la Administración las herramientas digitales de que se disponen, las medidas preventivas que se toman en cada caso, lo tratamientos fitosanitarios postcosecha, si los hubiera, o incluso los que se produzcan en las edificaciones.
Y a nivel de explotaciones hay que registrar todos los datos de producción, todo aquello que se realice sobre el cultivo, qué kilos se comercializan o a través de venta directa, cuál es el riego y la fertilización que se hace y otro aspecto que además ha sido merecedor de un decreto propio: los fitosanitarios aplicados.
La realidad es que, al estar todo conectado a un mismo sistema, ese gran “matrix” que llaman SIEX, el agricultor antes se valía de un cuaderno de campo analógico ahora va a tener que ser mucho más riguroso a la hora de registrar con qué y cómo hace los tratamientos fitosanitarios, que deberán registrarse al detalle en el cuaderno digital.
Además, estos productos tendrán unos valores de referencia como nivel de peligrosidad, toxicidad y otros que se van a revisar cada año. Es decir, que el agricultor además deberá estar más pendiente de qué y cómo utilizarlos.
La obligación de registro digital será obligatoria a partir del 1 de septiembre de 2023 para las explotaciones con 30 hectáreas de cultivo, las de al menos 30 hectáreas de pastos permanentes, las que tienen un mínimo de 10 hectáreas de cultivos permanentes, las que cuenten como mínimo con 5 hectáreas de regadío y las explotaciones con algún invernadero.
Desde COEXPHAL se está trabajando en facilitar a los asociados las herramientas adecuadas para la puesta en marcha del cuaderno digital y que los agricultores de invernadero que conforman cooperativas y empresas puedan llegar en tiempo y forma a los nuevos requerimientos de una era digital ¿más sencilla o más controlada?
Fuente: A en Verde
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