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Detectado un nuevo virus del tomate en invernaderos de Vícar y El Ejido

Un total de seis invernaderos de Vícar y El Ejido, en Almería, han resultado ser víctimas del Tomato brown rugose fruit virus (ToBRFV), conocido como virus rugoso del tomate, un nuevo organismo nocivo.

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Debido a la importancia que tienen los cultivos de tomate y pimiento bajo abrigo para Andalucía, este virus puede llegar a ser una seria amenaza para la agricultura andaluza, fundamentalmente en las provincias de Almería y Granada.

El pasado mes de octubre de 2019 tuvo entrada en el Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de Almería una muestra consulta en relación con una posible virosis en un cultivo de tomate de invernadero, situado en el término municipal de Vícar (Almería).

El material vegetal que conformaba la muestra fue analizado suscitándose la sospecha de presencia de ToBRFV, por lo que la misma fue remitida al Laboratorio Nacional de Referencia para virus en especies no leñosas, en aplicación del artículo 47.4 de la Ley 43/2002, de 20 de noviembre, de sanidad vegetal, al suponer la posible primera detección de este organismo nocivo en nuestro país; confirmándose su presencia finalmente.

Posteriormente, fruto de la investigación realizada por la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de Almería, se ha constatado su presencia en otros cinco invernaderos relacionados con el que ha motivado la primera detección.

MEDIDAS

Para evitar su propagación, la Consejería ha ordenado que la totalidad de las plantas presentes en los invernaderos números 1, 2, 3 y 4 sean destruidas al objeto de evitar la dispersión del organismo nocivo. No deberá quedar en los mismos ningún resto del material vegetal eliminado.

Al no observarse incidencia del organismo nocivo actualmente en los invernaderos núms. 5 y 6, una vez han sido eliminadas la totalidad de las plantas que presentaban síntomas compatibles con el organismo nocivo así como las próximas a éstas, no se procederá a la destrucción de la totalidad de las plantas presentes en los mismos. No obstante, en caso de que se observe incidencia del ToBRFV se procederá a la destrucción de la totalidad de los cultivos, para lo que la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de Almería realizará un seguimiento exhaustivo de ambos invernaderos.

La destrucción de plantas se deberá realizar de tal forma que se garantice que los restos vegetales no supongan un riesgo para la dispersión del organismo nocivo; todo ello, bajo la supervisión de la Delegación Territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de Almería.

En los invernaderos números 1, 2, 3 y 4 se procederá a la retirada de las colonias de abejorros antes de la destrucción de cultivos, en caso de que hayan sido empleadas.

El siguiente cultivo no deberá pertenecer a la familia de las solanáceas.

Antes del cultivo de solanáceas se deberá proceder a la desinfección del suelo mediante solarización, cerrando el invernadero al menos 30 días al objeto de elevar la temperatura en su interior, y en caso de emplear sacos de sustrato deberán ser sustituidos.

Antes del inicio del siguiente cultivo se procederá a la desinfección de la estructura de los invernaderos con productos de eficacia reconocida frente a tobamovirus.

Antes del inicio del siguiente cultivo se deberán reemplazar o desinfectar los plásticos del acolchado del suelo, tutores, anillas, tirantes e hilos, cajas y palets.

ORIGEN

Este virus fue identificado por primera vez en el cultivo de tomate en Jordania en 2015. Posteriormente, ha sido detectado en Estados Unidos, México, Turquía y China. También ha sido detectado en Europa, concretamente, en Italia, Grecia, Reino Unido, Alemania y Holanda.

ToBRFV es un organismo nocivo que no figura en los anexos del Reglamento (UE) núm. 2019/2072 de la Comisión, de 28 de noviembre de 2019, por el que se establecen condiciones uniformes para la ejecución del Reglamento (UE) núm. 2016/2031 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo que se refiere a las medidas de protección contra las plagas de los vegetales, se deroga el Reglamento (CE) núm. 690/2008 de la Comisión y se modifica el Reglamento de Ejecución (UE) núm. 2018/2019 de la Comisión. No obstante al ser un virus emergente y dada la importancia de los cultivos de tomate como de pimiento para la Región de la Organización Europea y Mediterránea de Protección de Plantas (EPPO), la Secretaría de esta organización decidió incluirlo en la Lista de Alertas de la EPPO en enero de 2019.

El análisis de riesgo de la plaga (PRA) que Italia llevó a cabo demostró que los efectos que puede ocasionar este organismo nocivo podrían suponer un importante problema fitosanitario para la Unión, en particular para la producción de tomate (Solanum lycopersicum L.) y de pimiento (Capsicum annuum).

A la vista de ello, el 30 de septiembre de 2019, se publicó la Decisión de ejecución (UE) 2019/1615 de la Comisión de 26 de septiembre de 2019 por la que se establecen medidas de emergencia para evitar la introducción y propagación en la Unión del virus rugoso del tomate (ToBRFV), la misma establece la necesidad de realizar prospecciones al objeto de detectar la presencia del organismo nocivo por parte de los Estados Miembros, así como la necesidad de verificar en el material destinado a plantación de vegetales especificados, tomate y pimiento, que se encuentra libre del mismo, siendo obligatoria de disposición de pasaporte fitosanitario para su movimiento.

El virus puede atacar en cualquier etapa fenológica del cultivo. La manifestación del mismo se inicia principalmente en las hojas jóvenes, donde comienza la formación de manchado o «mosaicos» de coloración amarilla, alternado con áreas muy verdes, que están arrugadas, además de que la yema apical y brotes nuevos presentan marchitamiento. También pueden observarse lesiones necróticas en los pedúnculos, pedicelos y en las hojas del cáliz del tomate. Los tallos usualmente pueden presentar secado y líneas necróticas. La parte interna del fruto toma aspecto corchoso, seco o deshidratado con lo cual dejan de ser válidos comercialmente y la planta afectada se pierde por completo.

Principalmente se disemina a largas distancias mediante la semilla, ya que puede estar presente en la testa y endospermo, permaneciendo estable hasta la germinación y diseminándose por toda la planta. Al igual que otros Tobamovirus, en el cultivo se puede dispersar mediante trasmisión mecánica. Asimismo, se ha constatado la posibilidad de su trasmisión por contacto entre plantas o por el manejo agronómico del cultivo (personal, herramientas, ropa, manos, rafia, planta a planta, o solución nutritiva recirculante) y material de propagación (injertos, esquejes). Por su parte, cabe la posibilidad de que ToBRFV sea transportado por abejorros (Bombus terrestris) y transmitido a plantas sanas durante la polinización.

Fuente: Noticas de Almería.

31/01/2020 -

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