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La ventilación en invernaderos y su mecanización

La ventilación natural de los invernaderos es primordial para evolucionar y convertirse en estructuras más modernas.

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Problemas de humedad y altas temperaturas en los invernaderos

La ventilación de los invernaderos es fundamental para influir en la temperatura y humedad de estos. Cuando el sol sale, el aire que hay en el interior del invernadero se calienta de manera rápida, con lo que el rocío se adhiere al fruto y la planta, todo ello provocando enfermedades en el cultivo.

La circulación del aire en el invernadero es de vital importancia para poder conseguir disminuir la temperatura, sacar la humedad y repartir el CO2.

La importancia de la ventilación en los invernaderos

Hay varios aspectos que hay que considerar de manera importante a la hora de la ventilación que se produce en los invernaderos.

Primero, la ventilación influye directamente en la temperatura. En momentos de alta insolación, es necesario favorecer la circulación del aire y mantener la temperatura interior del invernadero para limitar una posible subida de la temperatura.

Segundo, la falta de una correcta ventilación afecta de manera directa a la composición del aire. Si un invernadero está mal ventilado provocará un déficit y un mal reparto del Anhídrido Carbónico.

Tercero, la humedad que se produce en meses de frío se acumula en la cubierta interior de la estructura lo cual lleva consigo el goteo sobre el cultivo.

Teniendo en cuenta estos aspectos, se puede apreciar que las ventanas son indispensables en cualquier estructura moderna.

¿Cuántas ventanas serían necesarias y qué orientación deben tener para tener una buena ventilación en mi invernadero?

No existe una cifra exacta para determinar el número de ventanas que son necesarias en un invernadero. La tasa de ventilación llega a aumentar hasta en un 25% si se aumenta la superficie de ventilación de un 6% a un 15%.

La orientación es un aspecto a tener en cuenta. Aquellas ventanas que se encuentran orientadas a barlovento consiguen de un 35% a un 60% más renovaciones que las orientadas a sotavento.

Se aconseja es orientar la primera y la última ventana hacia el exterior de la estructura ya que de esta manera se pueden aprovechar los cambios de la dirección del viento.

Además, sería recomendable tener en cuenta estas premisas:

Más altura en la estructura. Los invernaderos que están altos consiguen reducir algunos grados en el interior de los mismos.
Colocar ángulos suaves y no muy pronunciados en las cubiertas, mejora la ventilación.
Colocar ventilaciones cenitales y laterales.

Tipos de ventanas de invernadero.

En cuanto a los tipos de ventanas se pueden clasificar según dos criterios principalmente. Por un lado, pueden ser ventanas cenitales en el caso de disponerse en la techumbre. Por otro lado, puede ser ventanas laterales si están colocadas sobre las paredes laterales de la estructura.

Las ventanas deben ocupar desde un 22% hasta un 30% de la superficie total de los invernaderos con el objetivo de que tenga un efecto positivo sobre los mismos.

Para lograr conseguir un mayor aprovechamiento, las ventilaciones deben ser abatibles en el techo y enrollables o de guillotina en el perímetro. Con esto se consigue aprovechar de manera natural la dirección y la fuerza del viento y además proporciona una paulatina entrada y salida del mismo.

Ventilación cenital.

Par este tipo de ventilación es conveniente el siguiente montaje:

Se colocarán en los tubos o en los arcos unos soportes o brazos que en su extremo tienen un anillo o cojinete. A través de dicho anillo irá la barra de mando. Los tubos deben estar bien alineados, para que el giro de la barra de mando no ofrezca resistencia. En el caso de que no lo estuvieran se forzarán. Si aún forzados no se consiguieran alinear, existen un tipo de brazos extensibles para solucionar dicho inconveniente.

Una vez hemos realizado esteo, se colocará el marco de la ventana, en el exterior y sobre la raspa o túnel. Se sujeta el marco con la ayuda de unas abrazaderas. Se introduce la barra de mando por los anillos de los brazos y las cajas piñón cada 2 ó 2,5 metros.

Se abrazarán las cremalleras al extremo libre del marco y se introducirán en las cajas piñón. Una vez apretados y fijados los piñones a la barra de mando, se instalará el motor-reductor o plato con cadenas.

Al girar la barra de mando se harán girar a su vez los piñones fijados a ella por apriete. El movimiento de los dientes del piñón y los dientes de la cremallera debe ser correcta puesto que la unión de ambos provocará una subida o bajada de la ventana. El accionamiento de la venta puede ser: manual o motor-reductor. El invernadero multi-túnel permite una mejor ventilación.

Teniendo en cuenta la posición, las ventanas se pueden clasificar: medio arco, supercenit y centrada.

Ventilación lateral.

El mayor problema de este tipo de ventilación es que, además de ser una entrada para el aire, también lo son para los virus.

La ventilación lateral funciona de una manera más óptima en invernaderos estrechos y largos que en anchos y cuadrados.

La apertura manual por recogida o extensión el plástico no puede compararse con la motorizada ya que no se aprovechan los continuos cambios de dirección y velocidad del viento. Es adecuada la mecanización motorizada de la banda con sistema de apertura enrollable o de guillotina por medio de motor-reductores y un control climático.

Existen diferentes modelos de ventilación lateral motorizada. Por medio de un motor fijo y uno o dos brazos telescópicos. Los brazos telescópicos van unidos por un lado al motor-reductor y por otro a una barra de mando. El motor-reductor gira el brazo telescópico y la barra de mando. El plástico de la ventana lateral se va enrollando en ella por el giro. A medida que la banda se abre o cierra los brazos van extendiéndose o encogiendo según necesidad.

La apertura máxima de los brazos va condicionada a la altura de la ventana. Si la ventana lateral es de 2,5 metros, el brazo deberá ser al menos de la misma medida. Como el plástico empieza a enrollarse en el extremo del brazo telescópico, si por longitud de la ventana fijamos un motor-reductor en la mitad de la banda lateral y acoplamos dos brazos telescópicos de 2,5 metros cada uno, un paño de 5 metros quedará sin ventilar y por lo tanto varias líneas de planta.

Para ponerle solución a este problema la empresa De Gier ha desarrollado una nueva generación de motor-reductores. Se trata de uno de aluminio de poco peso, que se fija a una placa guía de montaje con rodillos. Esta placa guía sube y baja por un tubo perpendicular de 1”. El motor-reductor tiene dos ejes de salida que se unen a una barra de mando horizontal, donde se enrolla el plástico. Al hacer girar la barra de mando, el plástico se enrolla en la barra y este enrollamiento es el que hace subir o bajar el motor-reductor por el tubo guía.

El control del clima sirve para regular el sistema de ventilación en los invernaderos está presente en los agricultores. La instalación de estructuras estancas y bien ventilada es el arma para enfrentarse a un mercado que es cada vez más exigente.

Los materiales.

Tanto la duración como el buen funcionamiento de los sistemas de tracción y transmisión dependen del fabricante.

Como base podemos indicar que las cajas piñón deben ir fundidas por temperatura y presión y sus componentes plastificados deben ser auto-lubricados con inserciones de fibra de cristal. Las cremalleras deben ser perfectas en su fabricación. Los dientes deben estar alineados y a igual distancia entre ellos. Tanto las cremalleras como los piñones deben ser una unidad y fabricados bajo premisas concretas. En cuanto a los motor-reductores no deben tener partes de nylon en sus rodamientos interiores sino de bronce y de acero de calidad.

De Gier ofrece soluciones para optimizar la ventilación natural de su invernadero

21/03/2019 -

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