La importancia del agua para los cultivos, al igual que para la vida humana, es capital. El agua alimenta a las plantas y hace posible que éstas se desarrollen y crezcan bien.
El agua es esencial para aprovechar el potencial de la tierra al máximo, así como para permitir que las plantas utilicen plenamente los demás factores de producción que elevan los rendimientos. Una buena gestión del agua (unida a una gestión adecuada del suelo) contribuye a asegurar una producción mejor. Es por esto que el riego es una actividad básica, a la vez que primordial, para una cosecha.
Al final del siglo pasado, varios estudios concluyeron que el 70% de los recursos de agua del planeta se dedicaban a la agricultura. Es por eso que la sequía es un problema que afecta especialmente al sector. La sequía convierte rápidamente al agrícola en un sector vulnerable y reduce increíblemente el número de la cosecha.
Según recientes noticias, España se encamina hacia la peor sequía de lo que llevamos de siglo XXI. Durante los últimos 37 años, nuestro país ha estado en situación de sequía el 54% del tiempo. La falta de lluvias, unida al cambio climático, está poniendo en peligro los cultivos de este año. Pero la situación es aún peor de lo previsto: los expertos comienzan a alertar de posibles daños a medio plazo. Urge la toma de medidas para evitar, o, al menos, paliar la sequía, por parte del gobierno.
A nivel usuario, cada agricultor puede contribuir para no empeorar la situación de sequía del país. Es importante hacer un buen uso de los recursos hídricos de los que se disponen y, para ello, hay que tener en cuenta que la elección del momento más adecuado para el riego depende de diferentes factores:
- El tipo de invernadero: su tamaño vendrá determinado por la superficie y la altura.
- El tipo de suelo: su textura, su profundidad, su composición, si tiene capas compactas…
- El tipo de cultivo: cada producto tiene unas necesidades hídricas específicas que deben tenerse en cuenta.
- El tipo de riego: por aspersión, localizado…
- El clima: la temperatura debe tenerse muy en cuenta.
El uso de un tensiómetro, un instrumento utilizado para medir el grado y el estado de la humedad del suelo, es muy apropiado si se pretende conocer con exactitud cuál es el mejor momento para regar los cultivos y qué cantidad de agua debe utilizarse. En Riegos Guadalfeo conocen bien cuáles son los pasos a seguir para lograr la optimización de los recursos disponibles y no hacer un gasto desorbitado de agua. Saben cómo sacar el mayor rendimiento y la máxima rentabilidad a tus cultivos.
Riegos Guadalfeo es un grupo de empresas con gran experiencia y larga trayectoria en el campo de las aplicaciones tecnológicas a la agriultura.
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