Turquía pide perdón y trata de recomponer su relación con Rusía

Después de siete meses de tensa confrontación, Ankara ha recapacitado y trata ahora de recomponer su relación con Moscú. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha decidido ceder y plegarse a la exigencia que su homólogo ruso, Vladímir Putin, le ha venido planteando, es decir pedir, disculpas por el derribo de un cazabombardero ruso Su-24 el pasado 24 de noviembre en la frontera entre Turquía y Siria.

Erdogan ha pedido perdón mediante una carta enviada a Putin. Así lo anunció ayer el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a través de un comunicado. Según la nota, el presidente turco «está arrepentido». «Deseo expresar de nuevo mis más profundas condolencias a la familia del piloto ruso muerto y pido disculpas», escribe Erdogan en su misiva a Putin.

Según el texto del documento reproducido por el Kremlin, el primer mandatario turco afirma que «estamos dispuestos a cualquier iniciativa que contribuya a aliviar el dolor y reparar el daño causado» y subraya que «nunca tuvimos la intención ni el deseo de derribar un avión ruso».

Erdogan sostiene que la Justicia de su país ha iniciado una investigación en relación con el combatiente turcomano, Alparslan Celik, a quien Rusia considera el asesino de Oleg Péshkov, el piloto ruso, que, tras catapultarse del Su-24 alcanzado por el fuego de un caza turco, fue disparado por las milicias turcomanas cuando descendía en su paracaídas. En diciembre, Celik sugirió en unas declaraciones al diario «Hürriyet» haber sido él quien mató a Péshkov.

Aquel incidente provocó la mayor crisis en las relaciones entre Moscú y Ankara de las últimas décadas. Putin llegó a acusar a Erdogan de haberle asestado «una puñalada por la espalda», ya que no esperaba algo así de un país considerado como un aliado de Rusia. La respuesta del Kremlin no se hizo esperar. Fueron adoptadas sanciones contra Turquía que han paralizado el comercio entre los dos países y también el turismo, especialmente el ruso hacia balnearios como Antalya. Está vigente también un embargo a los productos agroalimentarios.

La exención de visado de la que gozaban los ciudadanos turcos al viajar a Rusia dejó de estar vigente a partir del 1 de enero. Las empresas rusas siguen teniendo prohibido contratar trabajadores turcos y han tenido que cancelarse multitud de proyectos conjuntos en los sectores de la industria, la construcción y la energía, en especial al gaseoducto que debería haber suministrado carburante ruso a Europa a través de Turquía.

Erdogan dijo poco después del derribo del Su-24 a la cadena CNN que «quien debe pedir perdón es que quien violó nuestro espacio aéreo». Ankara aseguró entonces que el avión ruso fue apercibido diez veces de que había atravesado la frontera antes de que los pilotos tomaran la decisión de disparar. El presidente turco insistió también en que creyeron que era un aparato sirio, no ruso, y se quejó de que Putin no quisiera hablar con él por teléfono. Después, los aviones de combate y los navíos de la Armada rusa iniciaron maniobras de intimidación. El presidente ruso acusó además a su homólogo turco y a su familia de «complicidad» con el terrorismo por comprar petróleo barato al Daesh.

Pero ahora Moscú ha ofrecido a Ankara un encuentro entre los ministros de Exteriores de ambos países el próximo 1 de julio en Sochi, en el marco de la reunión ministerial de la Organización de Cooperación Económica del mar Negro. Este intento de acercamiento entre Moscú y Ankara se produce mientras Turquía e Israel decidían ayer en Roma restablecer sus relaciones diplomáticas tras seis años de pausa debida al incidente con la llamada «Flotilla de la Libertad» para Gaza.

La vieja estrategia turca de 'cero problemas' con sus vecinos, se había convertido desde hace tiempo en 'cero vecinos sin problemas", explicó a la agencia rusa Sputnik el director del Centro de Estudios Islámicos del Fondo Marjani. Ankara empieza así a recomponer sus relaciones en un momento en el que entendimiento con la UE tampoco pasa por su mejor época.

28/06/2016 - ABC